Ciertamente, estos son personajes de fantasía desbordada: caricatura, película, historias de libros. Donde muchos se dan cuenta de la diferencia entre realidad empírica y ensueño comercial. Sin embargo, muchos otros no se dan cuenta, son obtusos e ilusos, dejan su dinero y sus esperanzas (tal vez lo más importante) en charlatanes: magos, brujos surgidos de una universidad con nombre extranjero, chamanes cibernéticos, merolicos del new-ege, adivinos surgidos de la cienciologia y otras aberraciones de nuestra especie.
Nos sentimos orgullosos de nuestra lógica, de nuestra ciencia, de lo pomposamente civilizados que estamos. Pero, por otro lado, un lado más real, todos los medios de comunicación (tradicionales como la televisión y los periódicos) están repletos de herederos de los astrólogos babilónicos apoyados de una laptop, y a lado un anuncio para hacer amarres mágicos para no perder el amor, dañar al enemigo con la maldición del ojo rojo y otras sandeces.
También el apoyo a los absurdos es una medida de control de gobiernos autoritarios y codiciosos. Pues en base del miedo y la ignorancia como mejor conserva el poder el mal gobierno. Recuerdo una época triste de los medios de comunicación en México. Durante el régimen de Carlos Salinas de Gortari, el pueblo sufría mucho por la economía y la estabilidad política (aclaración: todavía sufre, pero este el que ahora recuerdo ehheee); entonces surgió la historia del chupacabras, todo un montaje del gobierno, un distractor artificial e insano, el cual era apoya por ilustres personajes de la televisión, periódicos y revistas. Por supuesto, ellos argumentaran que estaban bajo presión, pero perdieron la dignidad, y por siempre perdieron mi confianza (esos cerdos).
Peor aun, se de casos cercanos (una exsuegra, puees) quien acudió a una bruja y al siempre efectiva limpia de huevo para hacer regresar a su esposo al seno del amoroso hogar. El pobre hombre fue hechizado, por no se que magia y bolas de una conocida pecora y a la vez vecina de la pareja. Lo que me causaba extraño era que la señora es medico, tiene una clínica integral para el apoyo de las mujeres maltratadas. El consejo favorito de mi exsuegra es: “al diablo con los malos hombres, que sobran penes en el mundo”. Tal vez, mi exsuegra estaba embrujada, tal vez mensa, tal vez tenía miedo y desesperación. Después de todo, la gente inteligente también hace idioteces.
En medio del caos de la inteligencia, esperamos que la sección de los enemigos de la ciencia, sea una ventana para la risa a la tontera, pero también para una autocritica a lo absurdo que podemos ser cuando nos sentimos desesperados.
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