Como físico puedo asegurar que nuestro trabajo consiste en medir diferentes parámetros de muy diferentes objetos de la naturaleza para hacer predicciones sobre el estado (presente y futuro) de tales objetos; y además debemos presentar la metodología y los intervalos de incertidumbre para que sea claro la calidad de tales mediciones. Como gremio hemos tenido mucho éxito; un ejemplo claro es el anuncio reciente del CERN de la confirmación experimental del boson de Higgs, una partícula experimental que se predijo hace más de 40 años.
Sin embargo, el proceso de medición, el análisis de datos y la interpretación también se puede usar en otros ámbitos. Por ejemplo, en ciencias sociales, más en concreto las encuestas que se utilizan para predecir una empresa presidencial. Así bien en E.U., en la contienda Obama-McCain, la discrepancia entre el resultado final y lo predicho por las encuestadoras fue de 0.9%. Lo que es un excelente resultado para las empresas encuestadoras americanas, pues esta clase de exactitud les permite ganar credibilidad, el activo más importante en comunicación.
En México, acabamos de pasar por un proceso electoral. Las empresas encuestadoras afirmaban que la diferencia entre el primer sería de entre 16-18 puntos porcentuales . Se equivocaron, pues la diferencia resulto ser de 6.62%; es decir la diferencia es de entre 9.38-11.38 puntos porcentuales. Lo que implica que la exactitud de este caso es mala, muy mala.
No estamos hablando de las encuestas de salida de las casillas electorales, pues en estas la gente ya votó. Hablamos de las encuestas que se hacen con una semana de anticipación (incluso más tiempo atrás); estas encuestas son delicadas porque se usan como parte de la propaganda para obtener más votos. Lamentablemente, los encuestadores no aumentan su margen de error cuando la gente muestra un rechazo claro para participar en una encuesta, lo cual puede ser la principal razón de su fallo.
Pero los mismos encuestadores no mencionaron que podían tener un error claro metodológico, que la predicción no podía ser buena. Ahora, estas mismas empresas son fuertemente cuestionadas por su falta de exactitud. Más aún, estas empresas llevan doce años equivocándose de varias maneras. Hasta este momento, estas empresas de medición de opinión cobran mucho por un producto mediocre. Ya veremos qué pasa con estas empresas en los meses por venir.
En este audio, Roy Campos es fuertemente cuestionado por su falta de exactitud.
En este otro video, el mismo Roy campos, ya más preparado para argumentar, defiende su trabajo como medidor de opinión
Sólo quiero rematar con una premisa de la física: Sin importar en que parte del Universo nos encontremos, si repetimos las mismas condiciones del experimento, obtendremos el mismo resultado. Y este es el poder de la física, el poder de la predicción.
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