Durante la carrera espacial, muchos fueron los accidentes que se ocultaron al publico, este es una de esas historias.
El 30 de junio de 1971, cuando la nave espacial soviética
Soyuz XI puso a funcionar su sistema automático de aterrizaje, después de permanecer 24 días en el espacio.
En la base se sintieron satisfechos a pesar de que en los últimos minutos habían perdido contacto con astronautas: Dobrovoisky, Vlokov y Patsayev. Esto había sucedido en el momento de atravesar la ionosfera cargada, como era bien sabido de partículas eléctricas. Pero no había por qué preocuparse.
Cuando los técnicos abrieron la portezuela de la astronave vieron que les sonreían los tripulantes, pero ninguno se movió ni levanto la mano para saludar. Todos estaban muertos. Tripulacion del Soyuz 11, antes de la tragedia. Primero se le echo la culpa a la descompresión, pero la autopsia no revelo hemorragias internas . Otros sugirieron una trombosis o el pánico que condujo a un paro cardiaco, al pensar los astronautas que se estrellaban sin remedio. Una respuesta al misterio seria dada poco más tarde por el doctor Gultekin Gaymec, de origen turco, quien al escuchar la noticia recordó que la intensidad de las cargas eléctricas presentes en la atmósfera responde a ciertos ciclos definidos.
Dedujo que las cargas eléctricas en la ionosfera aumentaron repentinamente hasta extremos que condujera a una aguda alcalosis en los astronautas soviéticos. La alcalosis o contenido alcalino exageradamente elevado en sangre y tejidos, conduce al paro cardiaco. Al anhídrido carbonico que se presente en exceso en el organismo provoca rictus en las victimas. Parece entonces que están sonriendo.
El medico hizo pruebas en voluntarios, descubrió una correlación directa entre los pacientes y los ciclos eléctricos atmosféricos: crecía el índice de sodio y colesterol. Además los niveles de potasio descendían, recordemos que
el potasio es vital para la correcta actividad eléctrica del corazón.
Estos estudios han ayudado para blindar mejor las naves espaciales, pero también para señalar que los campos eléctricos de la atmosfera, que son provocad por la actividad solar, están directamente relacionados a muchos padecimientos, como los ataques al corazón.