Arreglo experimental e interfaz de video con video juego |
Dos estudiantes de maestría en Holanda, Wim van Eck y su cuate Maarten H. Lamers les encanta los juegos extraños. Ellos creen que aunque muchos video-juegos cuentan con una inteligencia artificial y ciertas partes aleatorias; de hecho, con un poco de práctica se sabe siempre que sucederá. Pues Donkey Kong (1981) nunca se aburre de arrojar barriles pixeleados, ni le dan ganas de irse al baño, ni sentirá el impulso de comerse a la princesa. Siempre juegas lo que predetermino un programador: una rutina que te aprendes de memoria.
Pero también es divertido jugar con los animales. Es común ver que los animales juegan por voluntad y obtengan a placer. Lo podemos apreciar cuando un perro va por la pelota con un humano, y también cuando los gatitos luchan para imponerse a un compañero felino. Incluso se puede enseñar a monos Rhesus a jugar video juegos, y pueden llegar a preferir el juego de computadora que a un juguete tradicional. Pero lo mejor, según Wim y Maarten, es que los animales son impredecibles: con un gato nunca sabes que va a pasar, puede seguirte la corriente un rato, ignorarte o saltarte encima, nunca se sabe.
¿Es posible tomar lo impredecible del comportamiento animal y fundirlo en un video juego ?, ¿se puede incorporar el comportamiento animal en el código del juego?, ¿cuales serian las diferencias?
Es más común encontrar juegos electrónicos donde se busca emular el comportamiento animal; el tamagochi y el perro robot son ejemplos clásicos. Pero esto es lo contrario, el comportamiento animal reemplaza al código escrito por un humano. La inteligencia animal sustituye a la inteligencia artificial en el video juego.
Grillos juguetones
Mi grillo favorito: Cri-Cri |
Como lo comentan Wim y Maarten en un documento de la universidad de Leiden del 2006, escogieron usar grillos campestres, de entre 18- 27 cm y de color negro. Por ser pequeños, y manejables. Además no se buscaba que fuese un animal inteligente que aprendiera a jugar; por lo cual se evito que el proyecto fuera particularmente placentero o cruel para el animal.
Clásico reinventado
El juego seleccionado fue Pac-Man (1980, Namco). Que por ser tan popular, la gente ya tiene expectativas del desarrollo del juego. Pero en esta versión, los animales controlan a los fantasmas del juego. Los dos estudiantes construyeron un laberinto del tamaño aproximado de una caja de zapatos 20x20x1,8 cm. Reprodujeron su geometría en un laberinto virtual y usando matemáticas analizaban el video proveniente de una cámara situada arriba del laberinto. Ellos detectaban la posición de cada insecto por su color contrastante y se le asignaba a un fantasma virtual.
Claro, este Pac-Man se tiene que mover en un laberinto más pequeño que el original (aquí se trata de chocar contra el fantasma). Cuando un fantasma era comido solo se quedan sus ojos flotando en la posición del insecto, en lugar de ir a la casilla central y regenerarse . Y no había frutas que den puntos extras.
¡A jugar!
Cuando los grillos se colocan en el laberinto, se observa como controlan los fantasmas. Los agitados insectos se mueven de un lado a otro. En este momento los fantasmas son difíciles de evitar. Después los grillos se juntan en un solo sitio y se quedan en esa zona. Así, se complica terminar de comer todos los puntos de esa zona. Para motivar a los grillos a saltar usaron vibraciones. En la naturaleza la vibración advierte al insecto de un posible depredador. El laberinto se dividió en 6 sectores, cada uno equipado con un transductor vibratorio.
Cuando se supone que los fantasmas cazan a Pac-Man se activa la vibración del sector más alejado del muñeco amarillo; se supone que así los grillos saltaran sobre el héroe del juego. Caso contrario, cuando Pac-Man come una pastilla de poder, los fantasmas se deben alejar de él; por lo que la vibración ahora proviene del sector donde está el héroe. En el siguiente video puedes ver como se jugó esta rara versión.
Sé de otros juegos digitales biológicos híbridos. En uno, llamado biopong, a una cucaracha le pegaron un cartón verde que simula un pixel. Los jugadores cuentan con paletas que evitan que el pixel/insecto entre en su meta. Pero no controlan el movimiento del animal, que se mueve como le dala gana. Así se ve el juego:
Actualmente Win y Maarten siguen realizando proyectos multimedia; y pese a que están poco activos con su video-juegos-locos con animales, ellos siguen en el área.
¿Si este juego fuera crowdfunding o se vendiera en una juguetería lo comprarías?
¿Es ético usar así a los animales? ¿Y a ti te basta la inteligencia artificial actual de los video juegos?