El gobierno de EEUU tramitó varias patentes para fabricar la bomba atómica, pues ser preparaba para una guerra en tribunales.
Alex Wellerstein, historiador de Stevens Institute of Technology , ha coleccionado alrededor de 2 100 patentes provenientes del proyecto Manhattan, ¡claro!, todas ellas eran patentes secretas. La imagen de este post muestra una de ellas: titulado como "Método para producir, separar y purificar plutonio"
Así que por un lado teníamos un proyecto secreto, que usaba nombres en clave, una red de contra-espionaje que vigilaba a los científicos involucrados en la construcción de la primer bomba atómica. Y en contraste, encontramos a furibundos investigadores llenando formatos para obtener patentes. ¡La codicia nos lleva a todos por caminos de comedia de manicomio!
¿Acaso el gobierno americano planeaba demandar a los alemanes si lograban hacer su propia bomba de fisión atómica? ¿¡En plena GUERRA!?
Lo cierto es que este proyecto de obtener patentes era una prevención contra los mismos científicos. En caso de ganar guerra, los americanos pensaban que muchos investigadores podían poner su propia industria nuclear, o influir en el uso de estas bombas, o incluso pedir una compensación económica por el uso del dispositivo. De hecho, ¡el físico Leo Szilard sí realizó tal demanda!, pues el obtuvo una patente sobre el proceso de reacción en cadena antes que el gobierno comenzara a trabajar en la bomba.
Pero lo más curioso del caso es que los secretos para construir estas máquinas de muerte masiva se convierte en expedientes empolvados en una cadena de burocracia y abogados. Tan absurdo era llenar formas de patentes que bien los espías pudieron pedir una solicitud de patente o de información de patentes otorgadas para obtener muchos de los planos y procesos necesarios para construir su propia bomba en un bodega clandestina.
Mientras se van desclasificando documentos, el público en general tiene acceso a descripciones detalladas de dispositivos base de este aparato nuclear y encontramos más historias curiosas sobre los usos del fenómenos nucleares.
Ya sea que el mismo W. Disney defendiera el programa nuclear, o que un niño obtenga apoyo de su gobierno para construir su propia planta nuclear, estas historias serán parte de futuras entradas en este tu blog.
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