En la guerra contra el crimen, la obtención de huellas digitales sigue siendo uno de los principales frentes de batalla. La obtención de herramientas que permitan obtener una huella latente sobre una superficie (sin importar la forma, composición, color, o el ambiente) puede ser la pieza clave para resolver un delito. En esta área el láser tiene un aporte más que sobresaliente.
En las yemas de los dedos están cubiertas con crestas alargadas que se retuercen u bifurcan. De los poros de las yemas se excretan sustancias que se impregnan al contacto con las superficies, duplicandose el patrón de las crestas formando la huella digital. Tal sello de goma entintado que deja una marca en un documento.
La típica huella latente tiene un peso de entre diez a un miligramo y alrededor del 99% de lo depositado es agua, que se evapora rápidamente dejando un residuo compuesto materiales inorgánicos (tal como: sal), y materiales orgánicos como aminoácidos, lipidos (e.g. aceites, grasas, ceras) y vitaminas.
Con tal cantidad tan pequeña de material residual sobre una superficie; por lo general, son muy difíciles de observar a simple vista las hullas latentes. Así que los investigadores utilizan diferentes técnicas para revelar estas marcas.
Existen varias técnicas populares para descubrir huellas. Por ejemplo, empolvar la superficie, utilizando polvos finos compuestos de una parte que asegure la adhesión ( usualmente son: resinas poliméricas) y otra parte que brinda el contraste con la superficie. También se utilizan humos de iodo, que son absorbidos por los lípidos dándole a la huella latente un color marrón. También se puede utilizar nitrato de plata, pues su ión de plata se enlaza electroquímicamente con el cloro del sal. Y, desde los años 50s, se utiliza ninhydrina, compuesto que reacciona con amino ácidos, mostrando una huella latente purpura.
Con todo, hay varias situaciones donde las huellas latentes son difíciles de revelar. Empolvar tiene un límite para poderse aplicar antes de la evaporación de componentes. El color de algunas superficies (oscuras por ejemplo) hace inefectiva el uso de varias técnicas químicas que justamente dejan un manchón oscuro, por lo que se pierde el contraste.
Así que se deben aprovechar otras características de los compuestos de las huellas latentes. Por ejemplo que son luminiscentes. Es decir, si son iluminadas con luz ultravioleta, la huella emitirá luz de color verde; si la es iluminada con luz verde, presentara un color rojo. Las huellas digitales contienen materiales luminiscentes como riboflavin (vitamina B2) pyridoxin (vitamina B6).
Ahora solo falta una fuente de luz intensa, muy direccional, y que se pueda emitir colores específicos. Y lo mejor es un sistema láser que cuenta con todas esas características.
Pese a que todo esto es conocido desde los años 80. En este video de reciente manufactura, están muy contentos los periodistas y policías de haber comprado un sistema láser nuevo. Pues sin añadir algún componente a la superficie, las huellas digitales se revelan rápidamente permitiendo su captura fotográfica.
La primera vez que vi la fluorescencia en lípidos fue en aceites de oliva extra-virgen, fue una agradable sorpresa en ese ocasión. Después al ver como brillan las huellas digitales me alegre de tener una herramienta óptica en un laboratorio forense. Después de todo, estas técnicas fotofísicas aportan claros y confiables resultados en las áreas biológicas y médicas.
Así que ya aparte de la lectura de discos compactos, espectáculos láser, y su uso en las cajas registradoras del supermercado, el láser tiene también sus aplicaciones en mostrar una huella latente y ayudar a resolver un crimen.
¡Así de excitante es la física !
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