La sabia abuelita le susurra a su nietecillo: "El que con lobos anda a aullar se enseña." Y los científicos se van al laboratorio a comprobarlo.
En esta época del año, tan llena de propósitos nobles y objetivos a largo plazo es interesante saber que necesitamos crear o modificar la red social donde nos desenvolvemos para mejorar. Y a la vez nosotros, al ser parte del sistema, lo podemos cambiar.
En el video de esta charla, Nicholas Christakis hace un resumen de su libro Conectados, la oculta influencia de las redes sociales. Básicamente, nos dice que tanto podemos influenciar al amigo de un amigo (que desconocemos) por nuestros hábitos. Así que si quieres cambiar el mundo para bien, puedes comenzar a sonreír y empezaras a influenciar para bien a los amigos de tus amigos.
Sí se puede afectar al amigo del amigo |
Pero más allá de una postura positiva, que parece efecto mariposa con rara justificación, también se puede tomar para el mal. Por ejemplo, se puede tratar de excluir a cierto tipo de personas porque su forma de ser o sus hábitos nos son desagradables. Tal idea abre la puerta a la discriminación. Aunque Nicholas afirma contundentemente que nunca se debe usar sus descubrimientos para sostener tal idea. Cómo sea, la puerta esta entreabierta.
Finalmente quiero llamar la atención que para Nicholas son tres las fuentes de que la gente se influencia una a la otra en términos de la red. Pero es poco claro si es la influencia directa, la afinidad o que se comparten lugares comunes los que nos hace crear la red social que necesitamos.
En cualquier caso, el consejo para alcanzar una meta, la que guste, es páguese a alguien del grupo, asista a donde va el grupo y haga lo que ellos. Suena a receta de autoayuda, pero también a cómo crear una epidemia... pero esa será otra historia para este TAO.
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