- Tener objetivos bien definidos, cuando tengas dudas, léelos.
- Separar cosas en tamaños “digeribles”. Si tienes un proyecto muy grande es más fácil hacer las cosas si lo divides en tareas pequeñas, más fáciles de imaginar y terminar, además de ser una buena motivación para continuar con el siguiente paso.
- Mantén tus prioridades.
- Lleva constancia de avances.
- Planeación al futuro: Mira tus objetivos y determina el mejor momento para llevarlos a cabo.
- Prémiate a ti mismo cuando logras algo. Excelente para la motivación.
- Ten patrones de positivismo en tu rutina.
- Elimina distracciones
- Reserva tiempo para terminar tus acciones. Tal vez trabajar a las 6 de la mañana cuando todo está muy callado, (dependiendo de donde vives) aún es noche puede ser la diferencia entre un proyecto inconcluso y encontrar ese elemento faltante para terminarlo.
- Mantén los resultados en tu mente. En vez de concentrarte demasiado en el camino para lograr un proyecto, imagina lo que vas a lograr cuando lo termines, es un excelente motivador.
- Pide ayuda a tu familia y amigos, para recordarte de cosas importantes, para mantenerte motivado, para darte incentivos.
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